sábado, 19 de diciembre de 2015

Fue una noche extraña, aun cerrando los ojos podia ver en mi interior ee color verde, ya difuso, desfigurado, quizo mi subconciente tratar de darme alguna esperanza de que quizás otro día podría venir esa danza azaroza.
Aunque ya no logro distinguir bien el ayer del hoy, y definitivamente no creo en el mañana, de algun autor escuche una vez que cuando se pierde el concepto del mañana, se pierde gran parte de la persona, creo que puede ser muy cierto, en este momento solo veo las paredes, mis ojos se acostumbraron a tan baja densidad de luz que ya noto las grietas y cada escollo que pueda haber, reconozco este cuarto, pues yo lo cree.


Cada quien hace sus elecciones de donde estar, pero cuando es momento de arrepentirse, no estamos preparados para conocer a alguien que si se arrepintio si no ha hecho un sacrificio muy grande si no es demostrable, estamos destinados a entrar a estas seis paredes.

viernes, 18 de diciembre de 2015

Creo que logro ver un poco mas de colores en este momento, entiendo que la capacidad de distinguir colores es de 10 millones de colores distintos, pero cuando te encuentras en una carcel mental, todo queda en blanco y negro, difuso, brumoso, como las primeras peliculas de terror donde aparecia un Dr. obsecionado por crear vida con restos de humanos. Pero ahora algo cambió, no sé como fue, pero hubo un movimiento en mi interior, siento que se ha expandido mi campo de vision y el mundo se abrió nuevamente, puedo ver a lo lejos como los arboles resisten el viento fallando en su intento como una coreografia obligada con tonos verdes.
Es como si una ventana que no sabía que existía movio levemente las cortinas para que yo pueda observar algo mas que ese lugubre lugar en donde no pertenece ningún pensamiento ni sentimiento.
Me duele la vista como si no hubiera visto en mucho tiempo creo que mis ojos nuevamente se estan acostumbramdo a esta pequeña luz refractada.


Será una nueva segunda experiencia, espero esta vez la luz no se disipe tan rapido. o sólo me deje disfrtar un poco más esa tenue danza de conquista entre el verde y el invisible.